El primer paso para cultivar tomates es elegir las variedades más adecuadas para su cultivo en la zona. Algunas de las variedades más populares, como el tomate cherry, que tiene un gran número de frutos pequeños y ovalados que se comen mejor cuando están crudos, producirán grandes cantidades de bayas pequeñas cuando se recojan. Estos frutos pueden comerse directamente de la planta. Otras variedades tienen un gran número de frutos grandes y redondos que maduran más rápidamente. Saber cuáles son las mejores variedades para su zona le ayudará a elegir la mejor para su jardín en particular.
Nutrientes que necesita tu planta
¿Qué nutrientes necesitan los tomates de los fertilizantes naturales? Tal y como se ha dicho, los tomates necesitan alimentarse con un abono orgánico rico en potasio, nitrógeno y fósforo. Otros nutrientes comunes que las tomateras anhelan del suelo son el calcio, el azufre y el magnesio. Al utilizar fertilizantes orgánicos, estarás alimentando estos elementos directamente en el suelo en lugar de introducirlos a través de tus cultivos. Esto hará que los nutrientes del suelo estén más fácilmente disponibles para tus tomateras.
El segundo paso es el acolchado. El acolchado con recortes de hierba, posos de café, cáscaras de coco o compost de jardín proporcionará excelentes cualidades de acolchado y de creación de suelo. Los recortes de hierba y los posos de café retienen el agua, por lo que ayudan a retener la humedad. También ayudan a reducir los olores y son excelentes para mejorar la textura del suelo. Si tienes un abono a base de compost, tu suelo se beneficiará de la descomposición creando una tierra mejor y más llena de nutrientes.
¿Qué otras opciones hay, además de los recortes de hierba y los posos de café, para abonar los tomates? La emulsión es una gran opción. Un abono de emulsión de pescado consiste en peces enteros finamente molidos que se suspenden en el agua. El pescado es descompuesto por las termitas en varias partículas que son fácilmente absorbidas por las plantas. La emulsión de pescado es más eficaz en climas de baja humedad. No se recomienda para todos los climas, especialmente los que experimentan altas temperaturas.
Otra opción de abono natural para las tomateras es utilizar abono orgánico (por ejemplo, harina de huesos). La harina de huesos se hace con los restos de un pollo asado. Se puede utilizar como enmienda si no quieres añadir más recortes de hierba o posos de café a tu suelo. Sin embargo, este tipo de abono debe aplicarse para cultivar tomates en los dos primeros meses después de plantarlos.
La tercera opción es utilizar abono de recortes de hierba. Los recortes de hierba se componen principalmente de pequeños trozos de plumas. Son extremadamente deficientes en nutrientes, por lo que no son una buena fuente de nitrógeno. Sin embargo, los recortes de hierba pueden combinarse con otros tipos de fertilizantes naturales para las tomateras cuando son relativamente jóvenes, ya que son extremadamente deficientes en nitrógeno.
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La última opción es utilizar un abono de emulsión de pescado. La emulsión de pescado contiene magnesio y carbonato de calcio. Estos dos elementos son fácilmente absorbidos por las raíces de las plantas. Lo bueno de utilizar el abono de emulsión de pescado es que no es muy caro, pero es eficaz. Además, es ideal para las plántulas de tomate porque es fácilmente absorbido por las raíces de la planta.
Estudia el suelo
Antes de empezar a mezclar estos abonos naturales para tomateras, asegúrate de analizar primero el suelo. Los abonos no deben causar ningún daño a las plantas, por lo que hay que analizar primero la tierra. Además, asegúrate de que la mezcla no contiene nitratos ni nitritos. Asegúrate de que la tierra tiene suficiente agua y es un poco ácida. Ahora que sabes cómo funcionan los fertilizantes naturales, puedes empezar a aplicarlos a tus plantas.
Uno de los fertilizantes naturales más populares y comunes para los tomates es el abono líquido. Este tipo de abono natural consiste en una combinación de aceites vegetales y colorantes vegetales. Se utiliza habitualmente en los huertos domésticos y también es el más barato. Se puede aplicar directamente a la tierra al esparcirlo. Si quieres que la mezcla sea más eficaz, intenta aplicarla también sobre las hojas de las plantas.
Otra opción es añadir estiércol a la tierra. El estiércol es el abono natural que se obtiene de los desechos de los animales. Hay personas a las que les gustaría hacer esta materia orgánica para mejorar su jardín, pero no tienen ni idea de cómo hacerlo. Para esas personas, existe otra opción: el compostaje. Se trata de utilizar el estiércol humano, o los desechos de los animales, para abonar sus plantas. Además de ser un abono natural, el compostaje es beneficioso porque puede reciclar mucha materia orgánica en el suelo.
Otra alternativa que puedes utilizar para tus plantas es el uso de estiércol. Este es uno de los tipos de abono natural más comunes para los jardineros. Además de ser un fertilizante natural, el estiércol también puede ayudar a las plantas a retener el agua y los nutrientes. Estos factores son muy importantes, especialmente durante los periodos de sequía, cuando las plantas necesitan más humedad.
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